2001 / 104 pp. / 14.5 x 21 cms.
José Luis Rouillon Arrospide, S.J. AGOTADO
En la historia de la conquista, nada hay más bello ni más edificante que las imágenes de los jesuitas que penetraban resultamente los misterios de una naturaleza agreste y desconocida, no retrocediendo ante el martirio y aceptándolo tranquilamente en el servicio y para la gloria de la religión.
Nada más respetable, además, que la conducta personal de estos jesuitas, en contraste con las costumbres depravadas de los conquistadores.
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